Cuando la ansiedad acecha
“Cuando yo decía: Mi pie resbala, Tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba. En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, Tus consolaciones alegraban mi alma” Salmos 94:18-19 Dios nos ha dotado con la grandiosa capacidad de pensar. Es un proceso que realizamos a diario y de manera casi automática. Algunos expertos dicen que en promedio un individuo adulto puede tener alrededor de 60,000 pensamientos al día. Los pensamientos a su vez cumplen muchas funciones, nos ayudan a solucionar problemas, a procesar situaciones e información, a reflexionar, a ordenar ideas, etc. Quizás por el gran potencial que encierra esta capacidad es que Dios nos exhorta a cuidar nuestra mente y nos anima a enfocar nuestros pensamientos en El y a meditar en su Palabra en todo tiempo. Existen sin embargo momentos en que los pensamientos parecieran salirse fuera de control. Estos se transforman en una preocupación constante y pensamientos que son cotidianos pasan a ser rumiantes. Algunas veces eso